Hace tiempo que decidí que el mejor modo de mejorar mi empresa es ofrecerme a tratar de mejorar las de los demás.
Es sencillo. Alguien te invita a compartir un rato (una comida no es mala idea 🙂 para pedirte consejo sobre sus problemas y, cuando te pregunta que opinas le dices esto, esto y esto.. Luego, te quedas con cara de tonto pensando. ¿Y por qué no estoy haciendo yo eso mismo o adaptado en la mía?. Entonces, siempre ganas. De momento una comida y la oportunidad de sacar tus ideas a flote. Es más, ganas amigos e incluso oportunidades futuras porque es raro que la gente a la que intentas ayudar, a poco que les vaya bien, no intenten hacerte partícipe.
Sino recordar un viejo dicho: quiero que mis amigos sean ricos porque si no me dan por lo menos no me piden 😉
Algo que surge recurrentemente con emprendedores es que te preguntan sobre el desarrollo de una "idea genial". Normalmente es algo existente pero centrado en un nicho específico, que no me parece mala idea.
Voy a poner un caso ficticio de algo que no me ha preguntado nadie y que no se ni si existe: Se le ocurre a alguien hacer una red social orientada al mundo de la hípica y viene a pedirnos la opinión y una valoración del posible desarrollo.
Se percibe que es un grupo interesante porque me vas a decir que quien tiene caballos o monta habitualmente es pobre, por lo menos en las grandes ciudades. Me da que no. Será gente con un poder adquisitivo medio o alto y susceptible a no ser muy sensible por el precio de las cosas. Es fácil imaginar que hay posibilidades de negocio creando un mercado de caballos, cogiendo horas para el alquiler de caballos, para clases para tus niños o vete a saber cuantas opciones más.
Lo primero que les digo es ¿has hablado con alguien que dirija unas instalaciones o venda o alquile productos relacionados con caballos para ver el interés que tiene? ¿Te has planteado incluso el hacerles la aplicación gratis a su medida para cubrir una necesidad real?
Creyéndonos conocedores del entorno, incluso por ser usuarios, podemos modelar un sistema pero ¿no es mejor tener un analista y posible primer cliente gratis?
Si le construyes gratis parte de una solución a un club ya no estás especulando. Ya lo modelarás para dar soporte a todos los clubs y que ese sea el primero. Ya tienes hasta posibilidades de financiación cercanas porque es posible que la gente que ya invierta en publicidad física, quiera poner publicidad virtual. Es posible que las marcas más importantes quieran tener presencia. La gracia es que incluso el propio propietario del club puede querer invertir en tu idea o presentarte a otra gente para que tu proyecto tenga éxito. Cuanto más viable veas el proyecto probablemente mayor será el alcance de lo que él mismo gane.
Lo que no puedes hacer es tratar de tener un sistema construido, ajeno a la realidad del mercado, para luego enseñárselo a alguien a ver si le cuadra. Si es que creo que es más sencillo que todo eso. Si haces a alguien representativo participe del mérito de construir el sistema, lo mismo ya tienes al mejor comercial que podrías esperar. Cuanto más representativo sea en el sector, mejor.
Cuando cuento esto a la gente les surgen miedos sobre adelantar su idea, me dicen que no tienen contactos a ese nivel, etc. Ya hemos dicho que lo importante de una idea es la capacidad de llevarla a cabo y enseñándola a los posibles clientes solo estas creando oportunidades para ella. Si no tienes contactos ¿no crees que cuando acabes de construirla tendrás el mismo problema y encima ya habrás invertido un montón de esfuerzo sin que esté contrastada?
Que te crees ¿que la gente esta aburrida tratando de robarte las ideas? Hace falta mucho empuje e ilusión para llevar un proyecto adelante y eso solo lo tienes tu.
Hacérsela gratis a alguien además te fuerza a un mapa de ruta, unos compromisos, un aspecto y una funcionalidad que, cuando lo haces para ti mismo, puedes diluir. Además, si tu lo vas a construir igual y existe una alta posibilidad de que alguien más lo esté haciendo: ¡pierdes poco!
Nosotros siempre hemos dicho que Autentia será una empresa de productos. Hasta ahora lo que hemos hecho es aprender a construir muy bien y coger capacidad propia.
Tenemos varios productos software construidos (http://tntconcept.sourceforge.net/) y creo que siempre cometemos el mismo error provocado por mi: nuestros proyectos siempre están en segundo plano de importancia respecto a los proyecto de nuestros clientes.
El día que construyamos un producto que reconduzca los objetivo de la empresa será porque tengamos un cliente externo al que tengamos que satisfacer pero no un cliente interno. Supongo que hay que ser realista con uno mismo.
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Me suena la historia, pero no me cuadra el deporte 😉