Hacía muchos meses, casi un año, que empezamos a planificar este viaje entre dos «auténticos» (Angel García y Alfonso Blanco) con el objetivo de recorrer con nuestra bicicleta los Alpes y disfrutar de este deporte que tanto nos gusta en un lugar privilegiado.
Hemos sufrido, hemos luchado, hemos disfrutado, pero lo más importante de todo es que nos hemos puesto a prueba. Este tipo de viaje no es una competición contra otros sino que es una guerra contra nosotros mismos y contra nuestra capacidad de superación. El poder comprobar que podemos superar retos tan duros e importantes como los que hemos logrado es una sensación que dificilmente se puede explicar con palabras pero creedme que es algo «orgásmica».
Lo fácil era irse una semanita a mojarse el culo en la playa y pasarla de relax total pero hemos decidido dar un paso más (unos cuantos más jeje) y hemos logrado conquistar cimas alpinas de la categoría de la Croix de Fer, Madeleine, Mollard, Telegraphe, Galibier y Alpe d’Huez entre otras. Casualidad o no, muchas de estas cosas forman parte del espíritu de Autentia como empresa y es que Autentia no es una empresa más, sino que cada uno de sus miembros aporta su granito de arena tanto en el terreno profesional como en el personal, para hacer aún más fuerte y potente a Autentia frente a muchas otras, incluso más grandes.